Entrevista a Jerónimo Brignone en el Diario "La Nación"


"Hay un plan superior" indica el investigador Jerry Brignone

Martes 22 de febrero de 2011

Om / Luis Aubele

"Prueba de lo trascendente"

   
Con acento en lo psicológico, la astrología llega a 2011 como un buen plan para indagar en uno y, así, comprender mejor a los otros

Desde sus orígenes, en la astrología hubo un intento del hombre por armonizarse con los ciclos de la naturaleza y con ese marco más amplio que incluye el cosmos, los ciclos planetarios o la relación con las estrellas. "Esta relación es espiritual, porque significa que somos una parte de ese microcosmos y macrocosmos. En algo se parece a la ecología, pero más todavía a la idea y a la etimología de la palabra religión; en el sentido de religar, o sea que hay una reunión, una religación del hombre y su entorno en lo inmediato y en lo trascendente; que hay un plan superior al que respondemos y del que somos parte", reflexiona Jerónimo Jerry Brignone, docente, investigador y director de la Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires.

Considerar. "La astrología comenzó como una práctica científica, pero sobre todo religiosa. Hoy habita un mundo más laico, pero le da al hombre moderno, muchas veces angustiado, la posibilidad de restablecer esta religación, esta posibilidad de una vivencia trascendente en un marco que nos permite abrirnos a otra dimensión. La certeza de la existencia de una inteligencia superior y buena que uno puede identificar con el Dios de las religiones monoteístas", agrega.

Silencio interior. "Por otro lado, la astrología moderna pone un fuerte énfasis en el aspecto psicológico -sigue el investigador-. Por lo tanto brinda una gran oportunidad de autoconocimiento. Y en el autoconocimiento, cuando uno lo piensa por el camino socrático, búdico e incluso el agustiniano, por citar tres corrientes filosófico-espirituales, cuanto más indagamos dentro de nosotros y cuanto más nos reconocemos, nos aceptamos más y podemos comprender mejor a los otros. Pero también conocer mejor y escuchar ese silencio interior que tiene una dimensión divina."

Boicot. "En mi caso fui criado en el catolicismo, y cuando era chico tenía fuertes vivencias religiosas. Pero una parte de mi ser era racional, escéptica, y sufría mucho por que tenía anhelos místicos que eran boicoteados por esa duda sistemática. Necesitaba, como Santo Tomás, una prueba tangible de la existencia de lo trascendente. La tuve a los 22 años, cuando descubrí la astrología, que me restituyó la certeza y, por lo tanto, la tranquilidad de que hay un plan superior, un orden sobrenatural. Fue para mí una salvación, me devolvió la paz interior."

Sintonías. Históricamente la astrología tuvo una función predictiva, pero la idea no era el temor al futuro, que en el fondo es como un miedo a la vida. "Predecir tiene que ver con tratar de comprender ese orden en el que estamos inmersos para poder sintonizarnos con él. Hay personas que hacen predicciones sin tener conocimientos, pero hay también gente que lo hace a partir de estudios serios, pero quedándose en el aspecto predictivo, sin dar algo tan fundamental como un conocimiento del cómo y el para qué de ese proceso, y cuáles son sus enseñanzas y las oportunidades que implican." En muchas culturas de todos los tiempos, las religiones tuvieron y tienen una relación armónica con la astrología, como en la India. En Occidente, en cambio, la relación fue más compleja y durante 2000 años tuvo momentos de aceptación y práctica, y otros de alejamiento y condena.

Mensajes orientadores. "Cuando los antiguos miraban el cielo estaban horas contemplando las estrellas. Los astrólogos modernos no necesariamente observamos las estrellas, pero estamos en una profunda actitud contemplativa respecto de los símbolos astrológicos y de cómo se van correspondiendo con nuestra realidad interior y exterior. Tal vez parte de nuestra misión sea transmitir esa visión a otras personas que no son conocedoras de la astrología ni de sus mensajes orientadores", concluye Brignone.

LECTURAS

La astrología como ciencia oculta, Oskar Adler.

Manual de técnicas de síntesis astrológica, Jerónimo Brignone.

Astrología, karma y transformación, Stephen Arroyo.

Zen en el arte del tiro con arco, Eugene Herrigel.

Fragmentos de una enseñanza desconocida, P. D. Ouspensky.

DIRECCION

Jerónimo Brignone es director de la Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires ( www.astrolcaba.com.ar ), entidad mundialmente reconocida que por estos días cumple 50 años. Es licenciado en Letras egresado de la Universidad de Buenos Aires, donde ejerce la docencia. Estudioso y difusor de la cultura griega es, además, músico, actor, autor y director teatral. Desde hace 25 años participa en actividades astrológicas, congresos, publicaciones y programas de radio y televisión.

ENCONTRAR LA ESTRELLA

Varias culturas consideraron y consideran que cada uno tiene una estrella como guía personal que acompaña, orienta y conduce su vida. Es muy estimulante y enriquecedor el buscar y elegir la estrella personal. Sólo hay que esperar una noche particularmente despejada, elevar el estado general con pensamientos y sentimientos positivos, y abrir la percepción a la inmensidad del cielo estrellado, esperando que él solo hable. En algún momento una estrella atrapará la atención más que el resto, y no necesariamente por ser más brillante. Hay que contemplarla en silencio, contactándose plenamente con su luz y su ser, y permitirse que la comunicación se torne cada vez más profunda e intensa, dejando que transmita todo lo que en ese momento tenga para revelar. Se debe tratar de recordar su emplazamiento respecto de las estrellas que la rodean, para que luego, cada vez que se tenga un problema o se sienta la necesidad, se pueda acudir a la propia estrella para contemplarla y buscar sosiego y orientación.

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/1351910-prueba-de-lo-trascendente
LA NACION | 13.08.2006 | Página 14 | Espectáculos

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