¿QUE ES LA MEDITACION?

(fragmentos de discursos de OSHO)

                                               

Meditación es aventura, la más grande aventura que la mente humana pueda emprender. Meditación es simplemente ser, sin hacer nada -sin acción, sin pensamiento, sin emoción. Simplemente eres, y es un puro deleite. ¿De dónde viene este deleite cuando no estás haciendo nada? No viene de ninguna parte, o viene de todas partes. Es sin causa, porque la existencia está hecha de la sustancia llamada deleite.  

 

El núcleo esencial, el espíritu de la meditación, es aprender cómo presenciar. Observar es meditación. Lo que observas no es lo que importa; el objeto no es lo que importa. La cualidad de observar, la cualidad de ser consciente y de estar alerta -eso es lo que es meditación. Meditación significa consciencia. Cualquier cosa que hagas con consciencia, es meditación. No es que tengas que escapar de la vida. Simplemente te enseña una nueva forma de vida: te conviertes en el centro del ciclón. Tu vida continúa, continúa realmente con mayor intensidad, con más alegría, con más claridad, con más visión, con más creatividad -sin embargo, estás más distanciado, sólo eres un vigía en la cima, sencillamente observando todo lo que ocurre a tu alrededor. No eres el que hace, eres el que observa. El hacer continúa a su propio nivel: no hay problema. Todo el asunto es: uno no debería actuar inconscientemente. Entonces, cualquier cosa que hagas es meditación.

 

El primer paso a la consciencia es ser muy consciente de tu cuerpo. Luego, empieza a tomar consciencia de tus pensamientos. El tercer peldaño es tomar consciencia de tus sentimientos, emociones y estados de ánimo. Cuando ya eres consciente, los tres se amalgaman en un sólo fenómeno. Y cuando estos tres son uno -funcionando juntos perfectamente, en armonía, puedes sentir la música de los tres, se han convertido en una orquesta- y entonces se da el cuarto, el cual tú no lo puedes hacer. Ocurre por sí mismo. Es un regalo del todo, un premio para aquellos que han dado los tres primeros pasos. Uno se hace consciente de su propia consciencia, ese es el cuarto. En ese despertar llega uno a saber lo que es el goce supremo. El cuerpo conoce el placer, la mente conoce la felicidad, el corazón la alegría, la consciencia la bienaventuranza, el goce supremo. Esta goce supremo es la meta de ser un buscador de la verdad, y la consciencia es el camino hacia él. Por primera vez, el mismo observador llega a ser el observado. Has llegado a casa. El silencio es tan profundo que no hay nadie, ni siquiera tú. Y este silencio trae verdad, amor, y miles de otras bendiciones para tí.

 

La meditación te brindará sensibilidad, una gran sensación de pertenecer al mundo. Intrínsecamente pertenecemos a la existencia, somos su corazón. Y esta sensibilidad creará nuevas amistades para tí; amistad con los árboles, con los pájaros, con los animales, con los hombres, con las montañas, con los ríos, con los océanos y con las estrellas. La vida se enriquece a medida que la amistad crece, que el amor crece.

 

Si meditas profundamente, tarde o temprano comenzarás a sentir un profundo amor que emana de tí que nunca habías conocido, una nueva cualidad de tu ser, una nueva puerta abriéndose. Estás tocando tu propia profundidad. El amor te hace meditativo si estás en la dirección correcta. La meditación te hace amoroso si estás en la dirección correcta. El amor surgirá de la meditación, es la fragancia de la meditación. La meditación es la flor: deja que se abra. Entonces es eterna, es incondicional. Entonces ni siquiera está dirigida a alguien en particular, no puede estar dirigida a nadie en particular. No es una relación, es más bien una cualidad que te rodea. Tú eres amoroso, tú eres el amor; entonces es eterno. Es tu fragancia.

 

Cuando tu amor no es sólo un deseo por el otro, cuando tu amor no es sólo una necesidad, cuando tu amor es un compartir, cuando tu amor no es el de un mendigo, sino el de un emperador, cuando tu amor no pide nada a cambio y está dispuesto a dar solamente, a dar por la pura dicha de dar, entonces es compasión. Es el fenómeno más elevado. La compasión es divina, es espiritual. Sin ninguna razón en absoluto, de pronto te sientes feliz. En la vida común tu alegría siempre es causada por algo. Y si es causada por algo, desaparecerá cuando desaparezca ese algo, será momentánea. Y pronto te dejará con una profunda tristeza. Pero cuando has encontrado una dicha permanente, inmotivada, las circunstancias cambian, pero ella persiste.

 

Meditación es el goce de ser tú mismo, es la alegría de tener tu propio espacio. Meditación significa: éxtasis de estar solo. Uno está realmente vivo cuando ha llegado a ser capaz de estar en soledad, cuando ya no hay más dependencia en nadie, en ninguna situación ni condición. Es algo que emana de tí, es tu verdadera naturaleza, es tu propia naturaleza. Celebra la soledad, y una gran melodía surgirá en tu corazón. Será la canción de un pájaro solitario llamando en la distancia -no llamando a alguien en particular, sino simplemente llamando, porque su corazón está lleno y quiere llamar, porque la nube está llena y quiere llover, porque la flor está colmada, los pétalos se abren, y su fragancia es liberada... sin estar dirigida a nadie. Permite que tu soledad se transforme en una danza.

 

La meditación no es nada sino un artificio para hacerte consciente de tu verdadero ser -el que no has creado tú, el que no necesita ser creado por tí, el que ya eres. Naces con él. ¡Lo eres! Necesita ser descubierto. Y ninguna sociedad lo permite, la sociedad no quiere que seas un individuo. Y las personas integradas se convierten en individuos. Viven de acuerdo a su propia luz, desde su propia interioridad. Su vida tendrá una enorme belleza, integridad. La meditación te ayuda a desarrollar tu propia facultad intuitiva. Se te hace muy claro qué es lo que te va a satisface, qué te ayudará a florecer. Y sea lo que fuere, será diferente para cada individuo. Ese es el significado de esa palabra, "individuo", cada uno es único. Y buscar y explorar para alcanzar tu unicidad, es una gran emoción, una gran aventura.

 

En la ciencia de la meditación, las técnicas son útiles porque son científicas. Te salvas de andar errando innecesariamente, de andar a tientas innecesariamente; si no conoces ninguna técnica, te llevará mucho tiempo. Estos métodos son simples. Empiezas con esfuerzo, empiezas con catarsis. Si empiezas tratando de permanecer sentado, sentirás una gran inquietud dentro de tí, y cuanto más intentes quedarte quieto, más inquieto te sentirás. Sólo comenzarás a darte cuenta de la locura de tu mente y nada más. Tú has acumulado tensión, cólera, deseo, violencia, codicia -todo. Ahora, esta acumulación es una loocura dentro de tí. Y quizás no estés preparado para tomar consciencia de toda la locura que hay en tí. Te creará depresión, te sentirás frustrado, no te sentirás dichoso. Más bien, yo empiezo con tu locura, no con una postura sentado. Permito a tu locura. Si bailas demencialmente, lo opuesto ocurre dentro de tí. Con una danza loca, comienzas a darte cuenta de que hay un punto silencioso dentro de tí; en cambio, si comienzas sentado en silencio, empiezas a ver tu locura. En tu centro hay un silencio interno. Pero si comienzas por sentarte, el punto interior es el de la locura. Estás silencioso en el exterior, pero internamente estás loco. Pero lo que reprimes debe realmente ser expulsado, no reprimido. La limpieza debe ser el primer paso -una catarsis. Y cuando el silencio viene hacia tí, cuando desciende sobre tí, no es algo falso. No lo has estado inventando. Desciende sobre tí, te sucede. Empiezas a sentirlo, que crece dentro de tí, así como una madre siente que su niño crece.

 

Sé juguetón. Sé paciente, no tengas prisa. Cuanto más profunda la espera, más pronto llega. La verdad no puede ser asaltada, es obtenida a través de la entrega, no de la lucha. Es conquistada con la rendición total. No busques los resultados. Mientras estés consciente, disfruta tu consciencia, y mientras estés inconsciente, disfruta tu inconsciencia. No hay nada errado, porque la inconsciencia es un descanso. Si puedes disfrutar de ambas, tú llegas a ser el tercero, quiere decir que no eres ninguno, eres el que puede disfrutar de ambas. Celebra y disfruta todo. Disfruta la felicidad cuando está, y también disfruta la tristeza cuando la felicidad se haya marchado. No te identifiques con ninguna de ellas: disfrútalas cuando están. Y entonces viene el punto en el que repentina-mente te das cuenta que no eres ninguno, ni la felicidad, ni la tristeza. Una vez que alcanzas este punto, puedes ir celebrando todo. Celebras la vida, celebras la muerte.

 

Los dos grandes enemigos de la meditación son el ego y la mente parlanchina. Obsérvalos, no trates de detenerlos. No los juzgues, acéptalos, relájate. Mira con profunda reverencia. No seas un luchador, sé un amante. Conforme tu observación se profundiza, tu consciencia se hace más profunda: comienzan a aparecer brechas, intervalos. Un pensamiento se va y el otro no ha llegado: hay una brecha. Pequeños pozos de silencio: vendrán y desaparecerán. Obsérvalos. No elijas. Y entonces intervalos mayores vendrán. No trates de manipular, no trates de dirigir. La meditación no es concentración, no es introspección. Recuerda, simplemente observa.  

 

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