18 de mayo de 2010
La Teoría de Sigmund Freud y su Carta Natal
En estos días se cumple un nuevo aniversario del nacimiento del médico austríaco
Sigmund Freud, reconocido por la creación del psicoanálisis como método
terapéutico y por sus teorías sobre la constitución de la psique humana. Ya en
vida su pensamiento fue objeto de fuertes controversias, y todavía hoy en día
muchas corrientes psicológicas y científicas desestiman el valor de su modelo
teórico, pero es indudable su aporte al pensamiento y la cultura de este siglo,
independientemente de que se acepte o no su visión como un modelo válido de
explicación y cura del malestar psíquico.
La carta natal es un mapa del cielo para el momento y lugar de nacimiento de un
individuo, y suele reflejar situaciones fundamentales de su carácter y destino.
Lo que quizás sea más sorprendente es que, cuando ese individuo hace un aporte
por el cual es reconocido por la comunidad, en la carta astral se ven con mayor
claridad o interés todavía los contenidos de dicho aporte, al punto de aparecer
más claramente reflejados que los detalles de su vida personal. Quizás porque el
cielo natal es un ente colectivo y en ella por lo tanto se vean mejor reflejados
los elementos colectivos que hacen a nuestra vida.
Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg. Existe una fotografía del
diario de su padre en el cual éste había inscripto en hebreo y en alemán la hora
de nacimiento del recién nacido, a saber, las 18.30 horas de hora local. La
carta astral de ese momento se corresponde en forma notable con los principales
temas por los que Freud fue conocido.
Eros y Tánatos
Para comenzar, se advierte una concentración del Sol y tres planetas en el signo
de Tauro, signo asociado con la afirmación de la vida orgánica, mientras
ascendía por el Este el signo de Escorpio, ligado en Astrología a la idea de
muerte, conflicto, represión y sexualidad. Se dibuja así no solo al médico, sino
la dialéctica entre Eros y Tánatos que formó parte de su teoría en su estado
avanzado.
El Ascendente Escorpio tiene como regentes a dos planetas: Marte y Plutón.
Plutón, dios del submundo invisible (lo inconsciente), se halla en una situación
de relieve por estar cerca del horizonte, en el Occidente, mientras que Marte se
halla también destacado por confrontarse al conjunto del resto de los planetas
desde el signo de Libra. Éste es un signo de refinamiento y sublimación de los
instintos, y el planeta se halla retrógrado, es decir, retrocediendo en vez de
avanzando (desde la percepción geocéntrica con la que trabaja la Astrología).
Marte es el dios de la guerra y de las pulsiones en general, y en este signo y
situación aparece así dibujada su sublimación en las diferentes etapas que Freud
describió. Libra está regido por Venus, y éste planeta, dios del amor y la
sensualidad, se halla en el signo de Aries, a su vez regido por Marte. En suma,
el conjunto de los planetas termina siendo regido por esta interacción de los
dos planetas que pone énfasis en la sexualidad (Marte y Venus, los eternos
amantes de la mitología clásica…), el factor que Freud destacó como base
etiológica de constitución de la psique y por el que fuera tan combatido en la
era victoriana que le tocó vivir.
El complejo de Edipo
El signo de Escorpio es el octavo del Zodíaco, y tiene por ello una analogía
natural con la Casa VIII (las casas son divisiones del espacio local que se
corresponden con áreas de vida). Esta Casa tiene que ver con la muerte, la
represión y la sexualidad, y allí dentro se encuentran la Luna y Saturno, dos
planetas que en Astrología representan a los padres, pilares de la conocida
interpretación que hiciera Freud del mito de Edipo como prototipo de la historia
psicológica del individuo. Asimismo la Luna representa nuestra parte más
inconsciente, nocturna e infantil, que bien podría asignarse al Ello freudiano,
mientras Saturno simboliza los implacables mandatos y restricciones de la
sociedad internalizados que bien pueden asociarse al Súper Yo. Ambos astros se
hallan en el signo de Géminis, arquetipo de la comunicación verbal, y no en vano
su teoría, en presencia de estos planetas reprimidos en la Casa VIII, fue
llamada “la cura por la palabra”.
Sueños y Transferencia
La Luna se halla con el planeta Neptuno asimismo en un ángulo de aproximadamente
90º, llamado cuadratura, presente en Piscis en la Casa IV, factores astrológicos
que se asocian con la plena inconsciencia del dormir y la ensoñación, siendo el
análisis de los sueños uno de los principales canales de elaboración de su
teoría y su terapia. Al terapeuta le toca traer algo de luz a todos estos
elementos personales contenidos por la represión, y el planeta Urano, portador
de la luz del esclarecimiento intelectual, se halla en conjunción con el Sol en
la Casa VII, la zona “del otro”. De hecho, un pilar de la terapia freudiana es
el fenómeno de la transferencia, en donde el paciente traslada hacia la figura
del psicoanalista vivencias y contenidos de su historia personal, lo que se
halla muy bien reflejado en la carta por el hecho de que la mayoría de los
planetas de la carta se hallan en la zona occidental de la misma, que simboliza
a los otros en general, mostrando por lo tanto la importancia fundamental del
terapeuta en el proceso de toma de consciencia del individuo de aquellos
contenidos de su psique que se hallaran todavía inconscientes.
(Para conocer su Luna y su Ascendente puede visitar
www.astro.com/horoscopo )
Jerónimo Brignone
Director de Estudios de la Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires (CABA)
www.astrolcaba.com.ar