30 de marzo de 2010

La Máquina del Destino: Los Tránsitos Astrológicos de Sandro
 


Los Tránsitos

La Carta Natal es el mapa del cielo para el lugar y momento exacto de nacimiento de un individuo, y la Astrología se vale de ella para comprender el carácter y destino de aquél. Las posiciones de los planetas, del Sol, la Luna, el signo Ascendente (es decir, aquél que ascendía por el horizonte en ese instante) y sus interrelaciones tanto entre sí como con otros factores son tomados en cuenta para estudiar la delicada trama que compone una vida.

Entre las muchas técnicas predictivas que cuenta el astrólogo para comprender mejor un momento determinado del tiempo de la vida de ese individuo se hallan los tránsitos, que consisten en el movimiento de los planetas en el cielo sobre las posiciones natales, como si éstas hubieran quedado impresas para siempre de algún modo misterioso en el cielo.

Los aspectos (ángulos formados entre dos posiciones del Zodíaco) que los planetas en su tránsito hacen a los factores de la Carta Natal son interpretados según lo que prometen en la misma y según el simbolismo de los elementos involucrados. Los tránsitos que acompañaron el relativamente reciente deceso del reconocido cantante Roberto Sánchez, más conocido como Sandro, son, al respecto, realmente impresionantes.

La Carta Natal de Sandro

En el transcurso de un unipersonal televisivo en el que revisaba su carrera, Sandro mostró en pantalla gigante una copia de su partida de nacimiento, la que indicaba que había nacido a las 3 horas 20 minutos del 19 de agosto de 1945 en Buenos Aires. El mapa astral resultante es una Carta que muestra una gran expresión muy personal.

En exacta conjunción al Ascendente, el factor de la Carta que mejor denota aquello que se ve de nosotros, se halla Marte, el planeta que se asocia en Astrología arquetípicamente con la masculinidad, y se halla junto a Urano, planeta de la transgresión, la originalidad y lo mediático, en Géminis, el signo de la comunicación.

Mercurio es el planeta que rige a Géminis, y aquí se encuentra sobre la cúspide de la casa III, la casa que también se vincula a la comunicación (las casas son divisiones del espacio que simbolizan áreas de nuestras vidas). Se halla en el cálido signo de Leo, el signo del protagonismo, el dramatismo y la autoexpresión que surge desde el corazón. En el mismo signo se halla el Sol, regente de Leo, exacerbando estas características y en la casa II, que representa en Astrología aquellos valores materiales que supo lograr con su actuación, así como también con la emisión vocal.

Mención aparte merece la Luna, presente en la casa VII, la que significa tanto al mundo vincular más íntimo como al público en general, y que se halla en un aspecto de cuadratura con el planeta Neptuno, un ángulo inarmónico de aproximadamente 90 grados zodiacales. Neptuno también tiene que ver con los arquetipos mediáticos y el mundo de la imagen, y la tensión del aspecto exacerba la popularidad que ambos factores simbolizan, sobre todo dado que Neptuno se halla en la casa IV, aspectando por oposición al Mediocielo, elemento de la Carta que simboliza la proyección pública.

La Luna se halla en el signo de Capricornio, que representa edades maduras, y éste era el rasgo característico del público que hizo de él un verdadero clásico. Neptuno también se relaciona con lo secreto y otro matiz de su aspecto con la Luna es el alto grado de reserva que siempre rodeó su vida privada, dado que la casa IV en la que se encuentra representa el hogar, y Capricornio también es austero al respecto.

Pero otro matiz menos agradable aunque clásico de esa inarmonía entre Luna y Neptuno es el estar sujeto a algún tipo de adicción, que en este caso sabemos que fue al tabaco.
 


Los Tránsitos a la Carta de Sandro

Los planetas más alejados del Sol en el sistema solar tienen un movimiento muy lento en el Zodíaco. Por lo tanto, los aspectos que van haciendo a la Carta Natal son de mayor importancia y suelen ocurrir una sola vez en la vida. Los más poderosos son la conjunción (unión o superposición a un factor de la Carta) y la oposición (exactamente enfrentados).

En las semanas previas al fallecimiento de Sandro el 4 de enero de 2010 y contemporáneamente a las intervenciones quirúrgicas, Plutón, planeta asociado con la muerte y el más lento de los considerados por los astrólogos, hacía conjunción sobre la Luna natal, mientras Saturno, el otro planeta clásico de la muerte y las limitaciones en Astrología, hacía lo mismo sobre el Neptuno, poniendo a prueba los problemas que prometían esos dos planetas en su aspecto natal (también relacionado con infecciones).

Neptuno, otro planeta disolvente en Astrología, hacía oposición a los muy personales Sol y Mercurio natales, que son los símbolos astrológicos del corazón y los pulmones, respectivamente, justamente los órganos que habían sido transplantados en noviembre de 2009. Al tiempo se le unió otro planeta lento, Júpiter, para enfatizar esa oposición. Todos los ángulos se dieron a lo largo de esas semanas en forma exacta.

Tal conflagración de aspectos de conjunción y oposición en tránsito de cuatro de los cinco planetas más lentos del sistema solar al mismo tiempo es una situación sumamente inusual, y representa una prueba difícil de superar que indica cambios radicales en la vida del individuo, cuando no algún tipo de peligro, si incluye elementos de la Carta Natal que estaban ya difícilmente comprometidos, como era el caso. Y fue así que los astros acompañaron en su partida a ese otro gran astro que fue Sandro, el Ídolo de América.

(Para conocer su Luna y su Ascendente puede visitar www.astro.com/horoscopo )

Jerónimo Brignone
Director de Estudios de la Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires (CABA)
www.astrolcaba.com.ar 

 

Artículo en La Nación online