LA INFLUENCIA DE LA ASTROLOGÍA EN EL PENSAMIENTO DE C. G. JUNG

AUTOR: Alberto Chislovsky     2008, Tol Ediciones, 276 páginas


INDICE

Prólogo  9

Prefacio  13

PRIMERA PARTE

El Puer Aeternus, los Gemelos y la personalidad creativa  17

Wotan o Saturno nuevamente destronado  41

"Solve et Coagula". Una mirada alquímica-astrológica de la polaridad Agua-Tierra  95

Tipos psicológicos y astrología  117

SEGUNDA PARTE

El epistolario Freud-Jung y el concepto de Libido  141

Constelaciones e Instintos  149

Sincronicidad  195

El experimento astrológico  205

El experimento astrológico de Michel Gauquelin  215

Mysterium Coniuntionis (1ra Parte)  229

Mysterium Coniuntionis (2da Parte)  243

La ascensión del Alma por las esferas planetarias  255

Algunas conclusiones  263

Cartas astrológicas  267

 

PROLOGO

La difusión que ha tenido la Astrología entre el público en general en las últimas décadas, sobre todo a partir de su presencia en los medios de comunicación, es un fenómeno probablemente sin precedentes en su larguísima historia. Paralelamente a este fenómeno, le tocó también al siglo XX presenciar un desarrollo muy importante de variados intentos de explicación y validación del conocimiento astrológico desde el paradigma de la ciencia moderna, y del cual todavía no podemos medir su verdadero alcance. En cambio, sí podemos evaluar el impacto irrefutable de la corriente más importante nacida en esa época, la así llamada Astrología Humanística, la cual ha dejado una profunda marca en nuestra visión astrológica contemporánea, dado su replanteo del modo de considerar la relación entre el hombre y el universo que le devolvió a la misma la dimensión trascendente que le es inherente, por un lado propiamente cósmica y, al mismo tiempo, inmensamente humana, tal como su nombre lo indica.

Más allá de sus antecesores inmediatos Alan Leo y Marc Edmund Jones, se considera con justicia a Dane Rudhyar (1895 -1985) como el verdadero padre de este movimiento tan fecundo que releyó el lenguaje tradicional de la Astrología desde el marco de las principales corrientes esotéricas, filosóficas y psicológicas de la primera mitad del siglo, acercándola de este modo a la sensibilidad del hombre moderno. Fue él quien supo ver las fértiles posibilidades que ofrecían a tal efecto las teorías de uno de los pensadores más importantes de su época, el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung (1875 - 1961).

C. G. Jung, vástago de un linaje de pastores protestantes, encontró muy joven en la psiquiatría la síntesis cabal de sus esforzados estudios de medicina y filosofía, y luego, en la figura de Sigmund Freud (1856 - 1939), con el cual mantuvo una intensa relación de discipulado y colaboración, el guía y estímulo para sus pesquisas. Si bien fue el primer presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional, las diferencias con su maestro fueron haciéndose irreconciliables, sobre todo por su insistencia en la importancia de la experiencia religiosa, el carácter no exclusivamente sexual de la libido, y la función positiva compensadora del inconsciente. La ruptura, dramática, lo obligó a bucear en las profundidades de su propia psique y a dar forma a una teoría propia -para muchos, genial- que dejaría una huella imborrable en la autopercepción del hombre moderno. Suyos son, por ejemplo, los conceptos hoy tan populares de complejo, extroversión e introversión, Inconsciente Colectivo, Sincronicidad, Sombra, Ánima y Animus, Sí Mismo, Proceso de Individuación y la técnica de asociación de palabras, entre tantos otros.

Ha sido quizás el único intelectual de renombre que tuvo el valor de defender públicamente a la Astrología, a riesgo del escarnio de sus colegas (triste marca de este siglo que dejamos). Dicha defensa, además de su integridad y coraje, revela importantes afinidades entre su concepción de la psique y aquel saber milenario, afinidad que Rudhyar y luego otros tantos astrólogos se encargarían de explorar: su propia hija, la astróloga Gret Baumann-Jung, Liz Greene, Karen Hamaker Zondag, etc., así como, desde una perspectiva más crítica, la inglesa Maggie Hyde. Pero si bien Jung tuvo un reconocido e innegable ascendente en la Astrología moderna, pocos han señalado o profundizado la influencia que ésta tuvo sobre el propio pensamiento de aquél.

El autor de este libro, Alberto Chislovsky, tomó contacto con la obra de Jung en 1974 a la temprana edad de dieciséis años a partir de ciertas experiencias oníricas muy intensas que lo llevaron a bucear en el mundo del simbolismo, y luego, del ocultismo. A los veintiún años de edad completó sus estudios en el Centro Astrológico de Buenos Aires (C.A.B.A.) con Eloy Ricardo Dumón, mientras continuaba su formación en la línea de la psicología humanística con Guillermo Gil, y comenzó a dedicarse a la consulta y enseñanza astrológicas en 1986.

Su fascinación con el universo junguiano lo llevó a transitar no solamente las instituciones locales dedicadas a la obra del pensador suizo (Instituto Jung, Fundación Jung), primero como estudiante y luego como profesor, sino también estudios orientales de postgrado sobre Mitología en la Universidad Maimónides. Esta formación, así como su experiencia terapéutica y su paso por la música (estudios de piano y licenciatura en dirección coral), las artes marciales, la literatura (Buenos Aires, odisea imaginal, publicado en 1998, novela que recorre los arquetipos del Tarot), la homeopatía (en 1987 presentó un abordaje astrológico sobre el Argentum Nitricum), son sin duda algunos de los factores que confluyen en la amplitud de mirada que caracterizaron sus ponencias en los congresos astrológicos realizados en Buenos Aires desde 1997 por la revista GeA (Gente de Astrología, ex-Cosmovisión) y en Madrid en 2001. En ellos, sus colegas pudimos apreciar sus elaboraciones sobre el entrecruzamiento del pensamiento junguiano con la Astrología, tan creativas como iluminadoras, al punto de hacerse acreedor en 2001 del Primer Premio a la Excelencia Astrológica, otorgado por un jurado internacional a raíz de su investigación sobre las utopías del Renacimiento. Algunos de aquellos trabajos forman parte de la primera sección de este libro, y estoy seguro de que brindarán a lector nuevas y provechosas percepciones tanto sobre los factores astrológicos considerados, como sobre la psique humana en general.

El autor ya ha ofrecido una visión harto interesante sobre la vida y obra de Jung amplificada con el contrapunto de la perspectiva astrológica en su libro Jung y el Proceso de Individuación (1994), pero en este nuevo volumen profundiza, de un modo -creo- virtualmente pionero, en la muy delicada y constante relación que el sabio suizo tuvo con esta disciplina, llena de zonas oscuras y peripecias, y la cual, según desarrolla nuestro autor en la segunda parte de este libro, dejó huellas esenciales e inconfundibles en la elaboración de su teoría.

Me llena de orgullo y satisfacción no solo el privilegio de compartir un espacio laboral con Alberto Chislovsky (tiene a su cargo cursos de Mitología y Psicología Junguiana en la Fundación C.A.B.A., y ha participado asimismo en una labor conjunta de difusión seria de la Astrología en el medio televisivo) sino, sobre todo, el de poder prologar la obra de uno de los poquísimos astrólogos que he conocido que han provocado desde el primer momento mi máxima admiración y respeto. Obra sobre la cual no albergo ninguna duda de que marcará un verdadero hito en nuestra comprensión de la relación de la psicología y la Astrología, así como de un tramo muy importante del pensamiento contemporáneo.

Jerónimo Brignone
Director de Estudios
Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires



 

 

Alberto Chislovksy  es psicoterapeuta junguiano con estudios de grado en música en la Universidad del Social Argentino y de postgrado en Estudios Orientales cursados en la Universidad Maimónides. Astrólogo recibido en el CABA (Centro Astrológico de Buenos Aires), donde actualmente está a cargo de los Seminarios de Psicología Junguiana y Mitología. Dictó cursos en el Instituto Jung de Buenos Aires, el Instituto C.G. Jung de Montevideo, la Fundación Jung de Buenos Aires, el Centro Aion de Buenos Aires/Bariloche y en el Centro de Terapias Transpersonales y Neo-Chamánicas, del cual fue director asociado. También en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda de Buenos Aires. Es profesor invitado en la carrera de sexología de la SASH (Sociedad Argentina de Sexología). Es autor de Jung y el Proceso de Individuación, de la novela-ensayo: Buenos Aires, Odisea Imaginal y coautor del El Camino del Centro y de diversos artículos de Psicología Junguiana y su interrelación con la Astrología y la Mitología.

 

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